Posesión Diabólica (Control del ser Humano por los Demonios)

Control sobre Cuerpo, Mente y Alma de uno o varios Seres Negativos

En una posesión en toda regla, uno o varios seres espirituales negativos se hacen dueños, toman el control sobre tu Línea Hara, o sea, sobre tú vida, manteniendo control absoluto sobre esta.

Los seres espirituales negativos (demonios), llegan a controlar el cuerpo, mente y alma del afectado y todas las energía que se supone éste debería controlar como lo pudieran ser emociones, sentimientos, y pensamientos (por supuesto).

Pero, además, dirigen el cuerpo físico del poseído, o sea, que la supuesta persona poseída pierde el control sobre los movimientos de sus brazos, sus piernas, su cara, etc., desfigurándose, haciendo movimientos corpóreos imposibles, y hasta pudiendo levitar.

Los brazos hacen lo que quieren. Las piernas no responden. La cabeza da vueltas en 180 grados. Hasta los órganos internos como corazón, hígado, estómago pueden perder su ritmo normal, actuando de forma descontrolada.

La cara puede cambiar de forma física, haciendo que el poseído aparente cara de guapo, feo, viejo, joven, o cualquier aspecto espeluznante. Los ojos se vuelven completamente blancos, cambian de color, dan vueltas en sus órbitas de forma descontrolada, etc.

¿Carácter Bipolar, Tripolar, ... o Posesión?

La piel de la cara se puede expandir, hinchar, deshinchar, arrugar, etc., creando muecas horribles y muchas veces, imposibles de crear de forma consciente.

Aunque todo lo que llamamos "pecados" los puede delatar, la principal característica de los seres espirituales negativos encarnados temporalmente en cuerpos humanos es la lujuria en todas sus formas, la agresividad, el repudio hacia Dios y todo lo que tenga que ver con nuestro Creador...

En el mundo actual donde vivimos, y conociendo las debilidades humanas, los demonios usan la seducción sexual como arma, llevándola a puntos de altos grados de perversión. La agresividad posterior a las acusaciones es la alternativa para dañar a las personas de buen corazón. Sí, la misión de los demonios encarnados en cuerpos humanos es dañar, hacer pecar, desprestigiar, acomplejar, a las personas de buen corazón. Amén de poderles hacer hasta daño físico en un intento de que también los demás canalicen pensamientos, sentimientos y emociones negativas, o sea, para que la víctima del poseído también se "abra a las energías negativas".

Los olores corporales también delatan a una persona poseída que puede tanto desprender olor a azufre como a cloaca, atrayendo muchas veces infinidad de moscas a su alrededor.

Ira y Lujuria. Síntomas Típicos de las Personas Poseídas

Pero estas personas poseídas pueden mantenerse en calma durante periodos de tiempo oportunos para ellos (los demonios), ya que no se desean delatar, aunque con aspecto físico debilitado, apariencia enfermiza, permiten al dueño real de su cuerpo tomar las riendas de su vida. Es en esos periodos de tiempo  cuando se puede hablar con el afectado, acercarse a él o ella sin peligro. Los principales síntomas que servirían de base para hacer el diagnóstico "poseído" es la pérdida de control sobre su cuerpo físico haciéndolo cometer aberraciones, sobre todo sexuales o agresivas, como he dicho anteriormente.

Aunque los seres espirituales negativos no te pueden quitar la vida si que pueden hacer que se la quites a otras personas o te hagas daño a ti mismo, llegando hasta tal punto de que tú mismo desees la muerte.

Pero, ¿cómo o por qué puede un demonio encarnarse en el cuerpo físico de un humano, supuestamente  un ser creado a imagen y semejanza de Dios, amor en esencia? porque, precisamente deja de vivir con amor, deja de actuar como un ser creado a imagen de Dios, y con su existencia se "abre la los seres espirituales negativos". Se convierte en un canal "limpio" de energías negativas. La frecuencia vibratoria de sus energías, entonces, pueden ser tan bajas que cualquier ente negativo puede subsistir en éstas.

Damián Alvarez

30 Años Sanando y Educando al Mundo

Consigue el Libro "Posesiones, Poseídos y Exorcismos"  (enlace),
de Damián Alvarez.
Visita su Página de Autor en Amazon (enlace)