Sin miedo no existe el peligro. El Amor es Valentía de Vida Para entender y poder estar por encima del peligro tenemos que comprender tres cosas: La primera, no tener miedo. La segunda, ser prudente. Y la tercera, no permitir que el miedo al peligro te detenga, te domine, te obligue, te manipule, te separe de Dios, de ti mismo y de los demás. Los peligros casi siempre son infundados. Solemos ver peligros a diario, allí donde no existen. Esos peligros imaginarios son debido principalmente a nuestra ignorancia, al hecho de que no sabemos quienes somos realmente y cual es nuestro potencial divino. Pocos peligros encontraríamos en la vida/el mundo si viviéramos como seres creados a imagen y semejanza de Dios. La ignorancia a su vez nos conduce al miedo y el miedo es precisamente lo contrario al amor, osea, lo contrario a nuestra esencia, lo contrario a nuestra naturaleza verdadera. Sabemos que el miedo “no existe” porque la creación de Dios es Amor y el miedo no puede existir en el amo...